Muchas cosas se me pasaron por la cabeza ayer mientras limpiaba, revisaba y preparaba la bici para la salida de hoy: "no te vas a levantar", "te rajarás, como siempre", "esta noche acabarás muy tarde y mañana te será imposible salir".... Ninguna de ellas ha calado. Me he levantado, vale, media hora más tarde de lo previsto, pero... es que se está tan bien en la cama...
Llevaba tiempo pensando en cómo este deporte que tanto me ha apasionado pudo quemarme. Bueno, en realidad conozco la razón. Convertí en obligación algo que tenía que ser para el disfrute y la diversión.
Y como también tenía este blog abandonado desde hace mucho tiempo, pues he pensado que sería buena idea retomarlo y así redondear el reencuentro.
La imagen que abre esta entrada es de Mont-Rodon, una pequeña cima a 618msnm muy cercana a mi residencia, a la que no hay vía fácil de acceso, puesto que sólo se llega a ella superando fuertes pendientes.
Las sensaciones sobre la bici me han sorprendido. Seguramente el ritmo no se acercaba ni de lejos a los promedios que hacía hace ya años, pero me he visto muy entero sobre todo tipo de terrenos. Me he sentido como si nunca hubiera dejado este deporte.Y así, han salido 30km en menos de 2 horas de pedaleo, con un Sol y una temperatura muy agradables. No contaba con que todo fuera a salir tan bien.
Sólo espero que esta se la primera de muchas, y ojalá pueda decir de aquí a unos meses que me he metido de pleno en una segunda etapa en el mundo del ciclismo, que tantas y tantas satisfacciones me ha dado (bueno, y algún disgusto). No puedo engañarme a mí mismo y prometerme nada. Últimamente dispongo de poco tiempo y el trabajo actual me deja sin fuerzas, pero si hay motivación, habrá tiempo y energía para hacerlo. Mejor no pensar en lo que tenga que venir y disfrutar de lo que he hecho hoy, que vistos los números de la ruta, no ha sido poco.
Si todo va bien, en breve podréis leer una nueva entrada en este blog, así que me despido esperando volver a escribir muy pronto.
